Levantar a la novia en brazos para cruzar el umbral:
Esta costumbre tiene sus orígenes en la tradición de algunas tribus que no tenían mujeres y tenían que ir a secuestrarlas a pueblos vecinos y llevárselas en volandas, sin que éstas pudieran ni pisar el suelo con los pies.
Esta costumbre se explica también en la superstición que dice que la novia recibirá mala suerte si cae a la entrada. Otra alternativa es que la novia será desafortunada si entra al nuevo hogar con el pie izquierdo. La novia podría evitar ambos percances si la llevan en brazos. Una tercera explicación es que simboliza la costumbre aquella en la que el novio roba a su novia y la lleva, como si la raptara. Los hindúes tienen una tradición similar como hemos dicho anteriormente. La novia es llevada.
La novia se sitúa a la izquierda del novio en el altar:
Esta costumbre se debe a que, cuando la novia era secuestrada, se temía que los familiares de ésta vinieran a rescatarla, con lo que el novio debía tener la mano derecha libre por si tenía que empuñar la espada.
La entrega de la novia:
En la antigüedad, las hijas se consideraban propiedad de sus padres. Cuando llegaba la hora de desposar a la hija, cuando el padre lo aprobaba, en persona transfería la posesión de su hija al novio. Hoy el acto de entregar la novia al novio en el altar, simboliza la bendición de sus padres al matrimonio.
Las arras:
Son las trece monedas de plata, oro y alpaca que el novio pone en manos de la esposa durante la celebración del matrimonio religioso.
En la antigüedad, las arras simbolizaban dos cosas: las propiedades y bienes que el futuro matrimonio compartiría y el regalo que el novio le hacía a la novia en agradecimiento a su virginidad.
El beso:
Al besarse se mezclan los alientos y parte del alma de uno queda en el otro, para festejar con esto, la unión de dos seres que el amor vuelve uno solo.
La diadema:
Es una tradición muy antigua que considera a la novia "reina por un día".
Coche arrastrando latas:
La tradición deriva de una costumbre de los Tudor. Los invitados arrojaban zapatos a la nueva pareja y se consideraba buena suerte si uno de ellos golpeaba en el carruaje.
El padrino:
Antiguamente el novio siempre acompañado de algún amigo iba a secuestrar a la novia. Actualmente, en algunas regiones existe la costumbre de que el padrino recite un verso a la novia. También suele ser el padrino el que regala el ramo a la novia.
Las amonestaciones:
Son el anuncio público de la futura boda, para que si hay alguien que crea que no debe celebrarse dicha boda pueda impedirlo.
Esta costumbre fue iniciada por el emperador Carlomagno.
En aquella época, se producían muchos matrimonios consanguíneos, con lo que el emperador obligó a los novios a comunicar su compromiso una semana antes de la boda.
Las amonestaciones o avisos públicos se colgaban en la puerta de la iglesia para que todo el mundo pudiera verlas
Haga click aquí para leer más artículos en Publiboda