Ese sentimiento de culpa, se puede razonar y dominar; es cierto. Pero también es cierto, que hay personas más problemáticas, que por su circunstancias personales, adjuntadas a todo este pan y circo de los medios, terminan en un carrusel vertiginoso llamado ANOREXIA NERVIOSA. La RAE la enuncia como: “Síndrome de rechazo de la alimentación por un estado mental de miedo a engordar, que puede tener graves consecuencias patológicas“.
GRAVES CONSECUENCIAS PATOLÓGICAS. Estas palabras, no parecen tener efecto en las personas, hombre y mujeres, que padecen dicha dolencia; es debido a que bajo su estado depresivo, no son conscientes realmente a lo que se están exponiendo.
La dieta del tomate, adios a la celulitis en quince días, Kate Moss paseando sus 50 kilos por las pasarelas, y todo esto acompañado de un popurrí de dulces y chocolates ambientando los escaparates de los grandes almacenes. Es para volverse locos.
Actualmente, se tolera la escesiva delgadez, se ve bien y se promociona, por eso, ya no suena raro que las personas anoréxicas hablen entre ellas para apoyarse y anclarse en su enfermedad. Mirando la red encontré muchas páginas que hablan de cómo vomitar sin meterse los dedos para que no lo noten… de las formas más eficaces de mentir… Las consecuencias físicas van desde el no desarrollo del cuerpo, quedándose en la etapa anterior a la pubertad, hasta la osteoporosis prematura e irreversible.
Las personas anoréxicas mienten. Mienten muchísimo y muy bien, por eso, muchos padres no se dan cuenta de la enfermedad de sus hijos hasta que ya es tarde. “Ya comí en casa de Fulana“, “Hoy he comido hasta postre...”
Normalmente va acompañada de la bulimia, aunque no son la misma cosa. Así, cuando se mueren de hambre y comen; vomitan para contrarrestar el peso. Así, las mentiras aumentan y su ansiedad aumenta. Acaban por machacarse la garganta y los dientes.
Su personalidad se estanca y nunca podrán, a no ser que superen la enfermedad, cosa dificilísima, mantener relaciones sociales normales. Ni siquiera con una pareja; que se supone que podría mejorar su situación debido a la estabilidad que proporciona.Se trata de una de las enfermedades del siglo XXI, de las más complejas y las más graves. Y lo peor, lo peor de todo, es que la sociedad contribuye a expandirla.
Haga click aquí para leer más artículos en MediosyRedes.com